sábado, 26 de septiembre de 2009

!Solo ante el peligro!

El otro día me recomendó un amigo mío esta película antigua y como tengo tiempo, pues que me he dejado llevar y se me ha ocurrido todo esto viéndola:



Do not forsake me, oh my darlin'
On this, our weddin' day
Do not forsake me, oh my darlin'
Wait, wait along...

Kane no puede escapar de su destino, intenta huir con su recién estrenada esposa pero regresa para tener que enfrentarse a él: "si huimos ahora deberemos seguir huyendo todo el resto de nuestras vidas". Recoge la chapa de sheriff ya en la oficina y se queda mirando a su mujer diciendo: "yo soy el mismo con esto o sin ello", y la canción que se te mete hasta en el más profundo de los sesos durante toda la película, como un trance hipnótico que gira sin parar y vuelve siempre a empezar, resulta ser la profecía autocumplida a lo largo de todo ella... "no me abandones"... y nadie quiere ir a su encuentro y el abandono resulta siempre cierto. El título de la primera parte sin duda "crónica de una muerte anunciada" porque todo induce a ello. LLama a todas las puertas y nadie se atreve a abrirlas para acompañarle en lo que resulta ser su presumible último encargo como representante de la ley, y el olor de su propia muerte empieza a ser percibido en todo el pueblo. En el reloj pasan con rapidez los minutos, el péndulo oscila con un ritmo infernal y las doce de la mañana se van acercando a gran velocidad...tic, tac, tic, tac...planos cortos que enfocan su semblante tenaz, apenas una emoción aunque quizás un pequeño desconsuelo...la tristeza de sentirse abandonado cada vez más...pero tiene que quedarse, sus creencias son más fuertes que él ... cumplir con su deber y hacer lo correcto. En un momento le preguntan "¿Tienes miedo?" a lo que él responde: "!Quién sabe!", muy a lo gallego. El reloj sigue apremiando, los niños juegan a los pistoleros diciendo su nombre como si le hubieran disparado y hubiera muerto ya, en la barbería escucha como fabrican su propio ataúd y cuando apenas quedan unos minutos para las doce, decide escribir una carta para abrir cuando suceda el fatídico momento de su fallecimiento... aparece de nuevo la imagen de las vías del tren, los tres forajidos miran al horizonte buscando algún indicio de la presencia del mismo, la música se intensifica, se oyen tambores v trompetas... escenas en la iglesia con todos los feligreses bajando la cabeza, en la cantina los hombres postrados en la barra mirándose sin decir ni media palabra... el péndulo que oscila sin marcha atrás... y nuestro protagonista escribiendo con una pluma lo que será su póstumo testamento... las calles del pueblo desiertas... momento álgido de la película, planos cortos de todos los personajes que le han dado la espalda...miradas intensas, de gran miedo...y la imagen de un gran reloj que abarca toda la pantalla...aparece una gran silla...y cómo el zoom de la cámara se va acercando a ella produciendo un intenso instante que se puede cortar con una afilada navaja... se oye el sonido de un tren de vapor y a lo lejos se distingue el humo que se despliega por todo el ancho cielo... el alma encogida en un puño, estoy ahí dentro de la película y los segundos se hacen eternos... dobla la carta, la introduce en un sobre y moja ligeramente el reverso del mismo para cerrarlo... coge de nuevo la pluma y escribe: "To be opened in the event of my death"... y decide antes de morir, abrir las rejas para liberar a un preso. Sale de su oficina... ¿Qué ven sus ojos?

Do not forsake me, oh my darlin'
On this, our weddin' day
Do not forsake me, oh my darlin'
Wait, wait along...

Las que han sido sus dos grandes mujeres, entre ellas su bella esposa, le abandonan definitavamente en la carretilla, él no se inmuta, ni un solo leve movimiento, no existen las palabras en tan intenso momento... sólo miradas y una soledad tremenda que invade su cuerpo. Las grandes personas suelen quedarse solas en sus principios, en su sentido del honor y de la entrega. Kane está solo. Kane es un héroe, un valiente, un suicida. El tren ya llega, las campanas del mismo empiezan a sonar para celebrar su bienvenida, Miller desciende de él y saluda a sus expectantes compañeros: "¿todo está a punto?" dice, "entonces ha llegado mi hora". Se dirigen al pueblo, escena típica westeriana donde los cuatro malvados caminan hacia el sheriff acariciando sus pistolas... se percibe la tensión en todos ellos, el sudor que cae de sus frentes, la adrenalina que se dispara...Kane camina resignado, con la única compañía de una canción, llevando una estrella que agoniza ante el desolador silencio y que tal vez le pesa más en el pecho que su propio corazón, portando la carga de la ingratitud.

Do not forsake me, oh my darlin'
On this, our weddin' day
Do not forsake me, oh my darlin'
Wait, wait along...

Y la repetitiva canción vociferada con grandes gritos dentro de su cuerpo ha sido escuchada, su querida esposa regresa...¿pero qué se encuentra en la entrada del pueblo?. Un cadáver y con él, parece que el fin de la película por fin ha llegado, se acerca y ....no, no es él, la tensión que parecía haber terminado en cada uno de los más osados telespectadores vuelve a elevarse como en la más elevada montaña rusa... sólo era un momento para coger un respiro y no colapsar nuestos pulmones. Ya sólo son tres contra uno. Las escenas se desarrollan sin ninguna palabra que pueda interrumpirlas, sólo disparos, gritos y ...muertos. El final ya sí que sí ha llegado, hombre contra hombre, cuerpo contra cuerpo, Miller contra Kane, pero el malvado sigue ejerciendo su papel y toma a Amy como rehén... Kane sale abatido enfrentándose a su desenlace final... y parece que va a suceder lo que todos durante la intensa película esperábamos ya. Pero con gran sorpresa la mujer débil e indefensa, la tan frágil y bella esposa encarnada por la insuperable Grace Kelly forcejea y se revela con esa muerte anunciada de su marido que tanto se había divulgado a los cuatro vientos y aprovechando ese momento de gran incertidumbre de su destino, Kane saca su pistola y dispara al forajido para acabar de una vez por todas con su malvada vida, porque ya se sabe que los canallas en las películas del oeste nunca han hecho nada bueno a lo largo de su vil existencia. Y el sheriff recoge a su mujer que prostrada está en el suelo y sin mediar palabra la abraza, un abrazo que quita el sentío y nos encoge el corazón... la imagen que estaba en primer plano se ensancha y las calles que estaban desiertas se llenan en unos instantes por la gente del pueblo... la carretilla aparece de nuevo traída por un niño y sin mediar palabra se la ofrece a la recién casada pareja, el rostro tan poco expresivo de Gary Cooper le sonríe regalándole un gesto hospitalario de despedida... cambia sus facciones y con una imagen dura fija su mirada en cada uno de los habitantes de ese tan hostil pueblo...coge la insignia de sheriff y la tira al suelo... sube a la carretilla alejándose del pueblo mientras su jovencísima esposa es quien se encarga de coger esta vez las riendas... para empezar una nueva vida... sin tener que huir... sin miedo...

Siento daros tanto trabajo leyéndome, pero es que estoy en etapa prolífica, ya vendrán los tiempos de secano. Besos, Toñi.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

!Viva la vida!

¿Por dónde empiezo? Este cuadro que está a vuestra izquierda lo descubrí ayer y veréis todo lo que me llevó a él. Por cierto antes que nada, me han traído una sandía del pueblo de mis hijos (es decir del padre de las criaturas) que pesa cerca de diez kilos y está para chuparse los dedos, lástima que se vaya acabando la rica fruta de verano, con lo frutera que soy yo... pero pronto vendrán otras frutas y deseosa estoy de recibir a la famosa y jugosa naranja o a toda una madame como a la señora mandarina...¿os habéis fijado que casi todas las frutas son "femeninas"?.

Pues como os iba contando. Llevaba nueve meses, todo un embarazo, en busca del título de una canción. Una canción cargada de mucha emoción y que he escuchado miles de veces por todos los sitios, en la radio, en la tele, en los centros comerciales pero que sobre todo me hizo vibrar el día 31 de diciembre del pasado año, cerca del Bernabeu, en la salida de la famosa San Silvestre que tuve el privilegio de correr. Es la canción que se escuchaba constantemente antes de la salida (¿te acuerdas Tony?), fueron unos momentos espectaculares, gente disfrazada, risas, bromas, saltos, gritos, colas en los baños (!no me lo podía creer, la primera vez que los tíos tenían que esperar más que nosotras!), empujones y hasta intensos olores (demasiado ambiente varonil y muchos de ellos sin duda esperando a acabar la carrera para darse esa buena ducha y apurado afeitado que aún no habían realizado en ese día y así recibir al nuevo año, con lo bien preparada y aseada que acudí yo a la cita de este querido Santo). Pues eso, a punto de dar la salida y escuchando todos la canción de fondo y a un locutor que nos iba diciendo el tiempo que faltaba y repitiendo todos a coro un trozo de ella, que sin duda no hacía falta mucho saber inglés para tatarearla: "ooooohhhhooooohhhhhoohhoooo...". Y a pesar de que estuvimos 5 minutos parados aunque hubiera empezado la carrera, la espera fue todo un espectáculo, tirando jerseys por lo alto que recogían después una ONG, cantando, voceando, una conmoción compartida, un trance colectivo, un color verde de las camisetas que nos unía y poco a poco iniciando tal maravillosa carrera, nuestros pies deplegando sus alas por el asfalto de Madrid, la gente animando por las calles, aplaudiendo, música en directo por las mismas, luces iluminadas que recorrían todas ellas, exaltación y esfuerzo yendo de la mano...

Y por fin tengo el título de la canción, para escucharla cuando yo quiera y poder evocar tan intensos momentos y curiosamente lo encontré por casualidad, igual que cuando te resignas a no encontrar un libro del que no te acuerdas del título y que tenías tantas ganas de leer y un buen día lo oyes comentar en la radio o te lo encuentras en el escaparate de una librería... así es la vida de caprichosa, como si quisiera jugar a un juego inaudito o quizás antojadizo. Y lo encontré haciendo compañía a mi madre, viendo un anuncio en la televisión, así de refilón, de esos que te dicen que mandes un sms para conseguir una canción en el móvil y por fin encontré el grupo y el título y rápidamente lo busqué en internet...¿el grupo?: "Coldplay", ¿el título de la canción? "Viva la vida". !No podía ser otro! y encima en español, aunque la canción esté en inglés. Y tiene historia dicho encabezamiento, por supuesto ligado al cuadro de Frida Kahlo que he colgado en dicha entrada, porque el autor de la misma, Chris Martin, se inspiró en en él para dar título a su último LP y a esta canción que tanto rememora en mí y es curioso con todo lo que sufrió dicha pintora decidirse a pintar un cuadro y bautizarlo con dicho lema. Y por último, resulta ser, como ya sabéis todos los culés, la banda sonora con la que Guardiola animaba a todos su jugadores en el último año antes de salir al campo... ¿por eso tricampeones?. Supongo que en algo habrá influido.

jueves, 17 de septiembre de 2009

!Me haces bien!

Ayer cantó Jorge Drexler en Madrid y desgraciadamente no pude ir para disfrutar de verle tocar en directo, ya sabéis, sigo convalesciente. La verdad es que escuchar su música es lo que me ha impulsado a escribir esta nueva entrada. Llevo tiempo pensando en teclear unas letras en este blog, pero no sabía muy bien sobre qué, la operación ha sido técnicamente un éxito aunque la recuperación está siendo más lenta de lo que esperaba y no tenía muchas ganas de ponerme delante del ordenador. Así, que aunque no haya podido ir a verle, el día antes del concierto estuve escuchando muchas de sus canciones y quería dedicaros una, aunque no encontraba la más adecuada. Con cada una de sus letras tendría para hacer una nueva entrada en este blog, canta sobre temas tan diferentes y muchas veces aparecen sus canciones en mi cabeza como colofón a muchas de mis vivencias.

A Jorge, así para las amistades, le conocí por casualidad, de una de las formas más bellas que se me hubiera podido presentar. Hará ya cerca de dos años, quedé con un amigo para cenar y fuimos a parar a un pequeño restaurante cubano cerca de Alonso Martínez, estaba prácticamente vacío pero había música en directo para mi sorpresa, un sitio agradable y cálido y encima disfrutando de una buena compañía. No sé muy bien cómo ni porqué, pero mi acompañante, en un descanso del dúo que nos reconfortaba los oídos mientras cenábamos, se puso a cantarme una canción de Drexler cerca de mi oreja, de principio a fin sin equivocarse, y así fue como descubrí al cantautor más querido por mí, eso sí con el rubor consecuente que encendía mis mejillas. Desde ese momento he escuchado todo lo que ha caído en mis manos o he hecho yo que caigan más bien en ellas y nunca me canso de sentirle y oirle.

Jorge Drexler tiene una voz dulce y llena de matices, es como un poeta que te estuviera recitando una bella poesía junto a una hermosa melodía. Y a quien le guste la música aparte de las maravillosas letras que compone, tiene unos arreglos impresionantes, mezclando diferentes instrumentos musicales que podrían chirriar si no se hubieran dispuesto de una manera tan creativa como él es capaz de hacerlo.

¿Por qué elegí esta sencilla y a la vez tan simple canción? La canción empieza diciendo: "Para contarte canto, quiero que sepas cuanto, me haces bien, me haces bien, me haces bien". Me gusta el murmullo del principio donde se oyen a personas charlando (fijaos bien y me diréis si no llevo razón) en lo que me imagino que es un bar, donde viejos amigos se están tomando unas cañas y no puedo remediarlo, pienso en mis amistades queridas y el estar ahí con ellas . La verdad es que cuando escucho esta canción me acuerdo de toda la gente que quiero y entre toda esa gente está cada uno de vosotros y vosotras, de forma individual, con vuestras características y con cada una de vuestras peculiaridades y lo más bonito, es que hacéis mucho bien en mi vida, habiendo aparecido de una forma tan singular y tan bella dentro de ella. Y siempre es buen momento para hacerle ver a la gente que quieres lo que sientes por ellas... ¿por qué no hoy?.