sábado, 17 de octubre de 2009

REFRESCO ESPIRITUAL

Dentro de un rato me voy a ir a pasar la mañana a un parque, necesito estar en contacto con la naturaleza, es lo que mi cuerpo me pide, cerrar los ojos y sentir la presencia del aire en mi cara, el sol como caldea mi cuerpo, oir el sonido del viento, la tierra en mis pies... Pero antes os quería contar mi tarde de ayer. Ayer salí corriendo del trabajo para acudir a una cita con un amigo mío y participar en un taller que realiza muchos viernes de mes, al principio él los llamaba "los viernes mágicos" y yo me he quedado con ese nombre, es una reuníón de amigos dónde el "mago", es decir, Chomin, mi amigo, nos sorprende al pequeño grupo de personas que nos reunimos con una actuación distinta cada vez, llena de "chispas" que puedan encender la ilusión de cada uno de los que nos econtramos ahí. Ayer el espectáculo fue de "creatividad", de fluir, de confiar, de acoger la intuición... de gratuidad. Porque así es Chomin en mi vida, siempre altruista en su acogida, sin límite de tiempo que dedicarme, que escucharme, que mimarme, que animarme y también de zarandearme cuando soy tan "hartiva" como él a veces me llama, repitiendo sin parar mis preocupaciones de forma tan circular. Nunca hubiera imaginado tener un amigo "varón" del cual no enamorarme, nunca había entrado en mi cabeza la posibilidad de esta experiencia que tengo con él, de una amistad tan pura, y me alegro tanto de haberla encontrado, de que la vida me la haya regalado, que pienso cuidar de él como él lleva tanto tiempo haciéndolo de mí.


Aquí tienes lo que nos unió Chomin, esta foto para mí lo dice todo. Precisamente ayer estuvimos hablando de esa experiencia y casualmente hoy he encontrado la foto. Creí que con el taller de ayer iba a tener suficiente y tú me regalaste aún más de tu tiempo tan preciado dando una vuelta por el maravilloso Retiro. Contemplamos el reportaje de unos novios chinos, de cómo bailaban mientras un reportero les grababa y de cómo les imitaste elevando tus manos y moviéndote como una bailarina. Seguimos andando y nos sorprendió la presencia de unos perritos a los cuales llamaste y se acercaron a nosotros. A pesar de tu "desencanto" por el cual estás atravesando, yo veía en tus ojos la capacidad de seguir sorprendiéndote de pequeñas cosas. De cuando pasamos por el lago del Retiro y vimos practicar a unos deportistas en una especie de canoa, de cómo iba el capitán que no hacía esfuerzos guiando al resto que remaban con una fuerza bestial, y de cómo les metía en "trance" para que no sintieran, como tú decías, el esfuerzo de cada uno de sus músculos, "les tienen que doler hasta las cejas" me comentabas. Estaba anocheciendo y me fijé en las luces de Madrid según atravesábamos Cibeles y paseábamos subiendo por Alcalá, pasamos por El Casino y sentimos el lujo de toda la gente que se acercaba lo más seguro que a un banquete de algún acontecimiento importante, el perfume que cómo tu me decías tiraba para atrás, esos pelos moldeados en peluquerías de altos standing, esos tacones que serían todo un reto para poner en mis delicados pies, esos vestidos tan estrechos que creo que me cortarían la respiración, el glamour de otras vidas tan ajenas a la mía... Y cómo disfrutamos de Sol, de su casi recién inaguración, de la gente que lo recorría, de la música que se escuchaba tocada por humildes músicos que se deleitaban en producirla, de la escultura que yo creía que habían puesto en una acera y que tú me dijiste que era un hombre disfrazado...de tantas experiencias compartidas. Y por fin, llegar al sitio más sublime, dónde tomar el tan ansiado "refresco espiritual", y qué mejor sitio que una pastelería, pero no una cualquiera sino una de las más antiguas de Madrid: "El Riojano", desde donde cuando Alfonso XII era niño y tenía que asistir al Consejo de Estado le llevaban unas pastas de limón, siendo conocidas como las pastas del Consejo, para que se entretuviese en las largas y aburridas jornadas políticas que tenía que presidir. Qué curioso Chomin que pidiéramos unas pastas llamadas "princesas", fue como la guinda que adornó el pastel de poder compartir toda la tarde contigo... una tarde de ensueño y de sueños convertidos en realidad.

Y para acabar, un trozo de otro refresco espiritual que ayer comentamos y que quería escribir en mi blog " Al entrar en la zona de refresco... te vas dando cuenta de tu relación con algo mucho más grande que tú mismo... una fuerza de amor que te protege, que te guía, que te tranquiliza...y cuanto más respires y más inhales luz... mejor te sentirás rodeado y protegido por una fuerza resplandesciente...así que por qué no sueñas ahora un sueño, un sueño muy alegre y sientes esta sensación de alegría completamente, así te harás una idea de lo que necesitas y lo que quieres... sabiendo, y estando completamente seguro de que en tu Universo hay suficiente de todo lo que necesitas para satisfacerte".

No hay comentarios:

Publicar un comentario